El espíritu humano es la fuerza más poderosa que hay. En tanto nuestro espíritu permanezca inquebrantable, no hay derrota. La derrota espiritual siempre precede a la derrota en la vida. Se debe estar en guardia contra la pereza, la cobardía, el descuido, la impaciencia, la renuncia y desesperación que corroe el espíritu humano y siembra las semillas de la derrota. Daisaku Ikeda
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