miércoles, 26 de octubre de 2011


Considerar las dificultades en la vida como desgracias o entenderlas como buena fortuna, depende enteramente de cuánto hayamos forjado nuestra determinación interior. Todo depende de nuestra actitud o estado interior de vida. Con un espíritu intrépido, podemos llevar una vida alegre y entusiasta. Podemos desarrollar un "yo" de tal fortaleza que podamos esperar con ansia las pruebas y adversidades de la vida con un sentido de profundo regocijo y espíritu en alto: "¡Vengan obstáculos! ¡Esta es la oportunidad que he estado esperando!"

Daisaku Ikeda
Foto por Jeremías (at The House of The Seven Gables, Salem)

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