(foto: Atardecer en Huatulco, por Hasardevi)
"La vejez ideal puede ser comparada a una magnífica puesta de Sol": Daisaku Ikeda
Traducción por Hasardevi
¿Cuáles son los efectos económicos y sociales del cambio en el promedio de la edad en la población? ¿Cómo pueden los grupos vulnerables acceder de manera justa a los recursos de la sociedad? ¿Cómo podemos desarrollar los recursos médicos y los servicios comunitarios para responder a estos cambios demográficos? ¿Podemos asegurar que en nuestras ciudades, pueblos y aldeas, la contribución de las personas mayores se valora, al tiempo que se mejora el acceso a los servicios públicos? "La vejez ideal puede compararse a una magnífica puesta de Sol.
Así como el rojo intenso de la puesta del sol mantiene la promesa de un mañana más hermoso, una vida bien vivida transmite el don de la esperanza a las generaciones futuras ", escribe Daisaku Ikeda, presidente de la SGI. Mucha más gente está viviendo más tiempo y, en cada vez más países, la proporción de gente joven en la población, está disminuyendo. Esto provoca cambios fundamentales en la sociedad, haciendo necesario para todos nosotros volver a evaluar la forma en que nos planteamos la vida: la jornada a través de nacer, envejecer y morir, o "el curso de la vida", como algunos le han llamado.
El aprendizaje mutuo a través de generaciones debería significar que todos nosotros podemos vivir nuestras vidas con dignidad. Lamentablemente, a pesar de los intentos inspiradores para hacer frente a estos problemas, el maltrato de ancianos, la discriminación y los estereotipos de edad de los adultos mayores actúan como barreras importantes para maximizar el potencial de todos. Actualmente, está en marcha un movimiento hacia una Convención Internacional sobre los Derechos de los Adultos Mayores, así como existe la Convención de Derechos de los Niños. Pero, tengamos o no los instrumentos jurídicos, debemos reconocer que para que la vejez sea un tiempo de realización y plenitud, tenemos que apreciar y amar la vida en todas sus fases y diferentes aspectos.
Quizá sólo entonces, podremos desarrollar verdaderamente nuestra fortaleza interior y -al recordar que nosotros también hemos de envejecer- continuar avanzando brillantemente con renovados bríos.
N. de T.: Lo anterior es el preámbulo al ejemplar SGI Quarterly dedicado en su más reciente número a la vejez y sus diferentes aspectos sociales, económicos, pero siempre enfocados desde el punto de vista humanístico.
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