La Inseparabilidad del individuo y su medio ambiente

Por Hasardevi
7 de Febrero 2020
¿Podemos realmente hacer del mundo un lugar mejor a través de nuestras acciones como individuos? ¿O, no hay nada que podamos hacer por nuestra cuenta? El Buda Nichiren disipa este sentimiento de impotencia y pesimismo despertándonos a la verdad de que somos los protagonistas que realmente pueden cambiar el mundo. En la Declaración Unánime de los Budas de las Tres Existencias, escribe: De este único elemento, la mente, surgen todas las diversas tierras y condiciones ambientales.Esta es una afirmación de que podemos cambiar el mundo que nos rodea transformando nuestra mentalidad o actitud. A veces puede parecer imposible lograr un cambio en un país o en el mundo, pero cada uno, en última instancia, es un conjunto de personas y ha sido modelado por el pensamiento y las actitudes de esas personas. Es por ello que una transformación interna en el corazón y la mente de los propios seres humanos es el punto de partida para un cambio genuino no sólo en la sociedad sino también en la tierra y sus condiciones ambientales. Debido a que todas las enseñanzas de Buda son "un registro diario de la propia existencia" (Gosho Zenshu-2, 843), todo comienza con la revolución humana de una persona. 
Daisaku Ikeda

La inseparabilidad del individuo y su medio ambiente, como todo concepto budista, es algo que fortalece el poder interior del ser humano: no se está a merced de un poder externo, no se depende enteramente del contexto circundante, nada es inamovible. Pero involucra, eso sí, responsabilidad.
 La unidad en el concepto de Esho Funi, significa "la vida y su medio son dos, pero no dos". Es decir, aunque parezca que estamos separados de lo que nos rodea, en realidad todo lo que existe, junto con los seres humanos, tiene una esencia subyacente que es compartida. El Buda Nichiren se refiere a esto como "El Verdadero Aspecto de Todos los Fenómenos", y compara esta interconexión con un cuerpo y su sombra: El medio ambiente es como la sombra y, la vida, como el cuerpo, sin cuerpo no hay sombra y sin vida no hay ambiente. Pero del mismo modo la vida está determinada por su ambiente.

Así pues, nosotros determinamos el ambiente tanto como éste nos modela. Es por eso que si la vida interior de las personas está desorientada o desequilibrada, el ambiente, es decir, la sociedad, el ecosistema y el planeta mismo, serán influenciados negativamente. A su vez, un entorno contaminado actuará contaminando al cuerpo, corazón y mente de quienes lo habitan. Desde este enfoque, la destrucción de la naturaleza está relacionada con la ignorancia de la gente y su falta de aprecio por la verdadera naturaleza de la vida y su valor. Y desde luego, esto aplica para nuestra vida. Si sentimos insatisfacción con nuestras circunstancias ya sea en casa, en el trabajo, en nuestra comunidad o con nuestras relaciones personales en todo ámbito ¿qué sería lo conducente? Si nos desagrada nuestra "sombra" (lo que nos rodea), ¿qué hacer?

"El cambio está en tí", sí, pero ¿cómo?


Ya sea el entorno mundial o nuestra propia vida, para cambiar las tendencias negativas hay que comenzar por mirar dentro de cada uno. El Buda Nichiren dice a este respecto: "Si la mente de los seres humanos es impura, su tierra también es impura, pero si su mente es pura, también la tierra que habitan lo es. No es que haya dos tierras, pura e impura; la diferencia yace únicamente en la bondad o maldad de nuestra mente". (Sobre Cómo Lograr el Estado de Buda en esta Vida).

Si transformamos nuestro corazón y mente, podemos transformar hasta el peor entorno en uno positivo. Se puede decir que esta es la clave para cambiar nuestras circunstancias e incluso, para impactar este mundo cada vez más turbulento en lugar de ser absorbidos por su torbellino.


Hablar de transformar o cambiar nuestro interior es una cosa, lograrlo, es todo un desafío.
En el Budismo de Nichiren Daishonin, cuya principal referencia es el Sutra del Loto de Sakyamuni (Saddharma Pundarika Sutra, cuya traducción al japonés es "Myoho Rengue Kyo"), la invocación de Nam Myoho Rengue Kyo (Nam: devoción a), con la firme creencia en el propio potencial más elevado: nuestra budeidad, nos permite hacer aflorar la valentía, sabiduría y compasión necesarias para tomar las mejores acciones para nuestra propia felicidad y la de los demás.

Es tener la convicción de que el bien de todos es el nuestro y en ese entendimiento dirigir nuestra vida y acciones. El presidente de la Soka Gakkai Internacional, Daisaku Ikeda, explica este proceso en La Nueva Revolución Humana: "Cuando el corazón de la gente cambia y despiertan con gran valor, su voz, expresión, conducta y espíritu, también cambian y son capaces de transformar cada aspecto de su vida y ambiente. Este es el principio de la Unidad de la vida y su medio ambiente. 

Actualmente mucha gente está tomando conciencia de la interconectividad de toda vida, pero también hay muchos que persiguen sólo sus intereses egoístas a cualquier costo, sin consideración de otras personas o del medio ambiente. Sin embargo, definitivamente nosotros podemos alterar esta tendencia al luchar por lograr nuestra propia revolución humana.

El Presidente Ikeda dice claramente: "La felicidad, únicamente para el individuo, es imposible, y la paz sólo en términos del medio ambiente, también es imposible. No puede haber felicidad exclusivamente para uno mismo, o infelicidad exclusivamente para otros. Cuanto más felices hacemos a los demás, más felices somos, y mientras exista una sola persona miserable, nuestra propia felicidad no puede ser completa".

Definitivamente, cualquier cambio duradero en nuestras circunstancias y en el mundo debe comenzar a partir de nuestra transformación interna, y esto significa abandonar la mentalidad de aceptar las cosas como son, pensando que "así es como siempre ha sido". Es indispensable creer en nuestro poder para transformar nuestra vida y al mundo, al tiempo que ayudamos valientemente a los demás a despertar a su poder también.

(Con información de World Tribune, Living Budhism, WND, The New Human Revolution)



La Poesía en el Mundo AZTECA

Octubre 3, 2019
Por Hasardevi

Cualquier atentado contra las humanidades, es un atentado contra el ser humano.                                                           Miguel León-Portilla
Tenemos que dejar esta tierra:estamos prestados unos a otros... Nezahualcóyotl

Miguel León-Portilla además de historiador y filósofo fue un apasionado de la cultura mexicana. Se doctoró con el tema de la filosofía náhuatl, algo negado por los filosofos occidentales por cierto. En La Visión de los Vencidos, gracias a su investigación y traducción de textos en náhuatl se da testimonio de la mirada indígena sobre la Conquista de México, o lo que ante ésta fue la invasión y el avasallamiento. 

En esta “visión” poética hay textos de tenochcas, tlatelolcas, tezcocanos y tlaxcaltecas. Para este mexicano, el estudio de la literatura náhuatl no se limitó a los textos antiguos, sino que en su afán de revaluarla y entenderla, continuó su estudio en sus manifestaciones actuales ya que sigue siendo lengua materna de 1,5 millones de personas, por lo que su trabajo contribuyó a establecer la educación bilingüe rural en México. Gracias a León-Portilla, llegan nombres y textos de “Trece Poetas del Mundo Azteca”, y en su trabajo se destaca también la enorme figura de Tlacaélel como hacedor del imperio azteca. La obra de este filósofo mexicano es extensa y maravillosa, impregnada de un amor que rinde homenaje a la gran cultura pre-hispánica.

El complejo trabajo que realiza para traer a nosotros la memoria de los poetas del mundo azteca es, me parece, un digno marco para su recordación en esta fecha de su partida del mundo. Aquí, descubrimos que el Rey Nezahualcóyotl no fue el único poeta que pueda ser identificado en la cultura pre-hispánica; que gracias a don Francisco del Paso y Troncoso, se abrió el camino para el estudio de los poetas aztecas, así también a extranjeros como el francés Rémi Siméon, autor del magno diccionario náhuatl-francés, y los alemanes Eduard Seler, Walter Lehmann y Günter Zimmermann, entre otros. León Portilla hace mención especial de Pablo González Casanova y de Ángel María Garibay K., gracias a sus textos, dice el también autor de Los Antiguos Mexicanos, “conocemos algo de lo que fue la visión prehispánica del mundo y aun de lo que hemos llamado su pensamiento filosófico.” Y desde luego, su poesía, añado.

Así, en “Trece Poetas del Mundo Azteca”, Miguel León-Portilla reúne a cinco de la región tezcocana, cuatro de México-Tenochtitlan, tres de la zona de Puebla-Tlaxcala y uno del antiguo señorío de Chalco. Gracias a su trabajo, descubrimos que entre ellos había una mujer, la hija de Tlacaélel, el gran consejero mexica del siglo XV, la poeta Macuilxochitzin, y que casi todos vivieron en el periodo final del esplendor azteca. Al parecer, ellos compartieron los mitos cosmogónicos y prácticas religiosas así como la organización política y social en los que forjaron su pensamiento.

Entre estos poetas, destacan por su profundidad de pensamiento Nezahualcóyotl y otros tlamatinime (sabios), como Tecayehuatzin, Nezahualpilli, Ayocuan y Tochihuitzin; y también la “directa sencillez” de Macuilxochitzin, que resalta en su canto la “feliz intervención que puede tener una mujer aun en las más graves circunstancias”, nos dice León-Portilla. Por otra parte, Axayácatl y Xicohténcatl de Tlaxcala, y Chichicuepon de Chalco, exponen en su poesía cuestiones de guerreros; sin embargo el guerrero Temilotzin canta loas a la amistad, mientras que encontramos una honda melancolía en la poesía de Cuacuauhtzin y Cacamatzin.

Creo que la mejor forma de recordar a un filósofo que amó profundamente el pensamiento de los antiguos mexicanos es conociendo parte de su obra, en la que plasma la sensibilidad poética de los poetas mexicas, que es finalmente, su filosofía de vida. 

Este libro data de 1967, pero hay otro que lleva por nombre Quince poetas del mundo Náhuatl, publicado en 1995.

El Amor Compasivo

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Por Hasardevi
Noviembre, 2017

La misión colectiva de la humanidad en el cosmos radica en la práctica de la compasión.

 ✨🌟✫ Daisaku Ikeda
✨🌟✫

El presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, escribió: “El verdadero amor compasivo que expone el budismo no tiene nada que ver con la lástima ni con el sentimentalismo. Esto se debe a que la lástima o el sentimentalismo no bastan para apoyar a otro a lograr la victoria en la vida; no sirven para aliviar realmente el sufrimiento e impartir alegría…”.

El escritor de "Las venas abiertas de América Latina", Eduardo Galeano, dijo que "A diferencia de la solidaridad, que es horizontal y se ejerce de igual a igual, la caridad se practica de arriba-abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera ni un poquito las relaciones de poder." Comparto en parte el punto de vista.

Diferenciar entre compasión y aflicción

La visión Budista refleja, ante todo, el gran respeto por la dignidad de la vida y es la condición sine qua non para la iluminación, porque surge de manera natural del corazón de las personas; es el deseo ferviente de que todos los seres vivos y sensibles dejen de sufrir y que logren también su propio esclarecimiento.

Es común que se confunda la  compasión con la aflicción, por eso se debe distinguir con claridad ya que la compasión no implica el sufrimiento, mientras que el afligirse por otro no sólo no ayuda mucho sino que, por ser motivo de sufrimiento, puede llevar a "mirar hacia otro lado" y no precisamente por indiferencia pero sí por debilidad. A través de una clara visión de las cosas, se aprende a ver el sufrimiento en el mundo sin llevarlo al interior de nuestra vida, sin dejarse agobiar, sin tomarlo de manera "personal", porque de otra forma se termina por debilitar la propia vida y no se es capaz de ayudar ni a los otros ni a sí mismo, con el peligro de caer en la depresión. Y es que, cuando se toma todo "personalmente" es fácil llegar a sentirse deprimidos y agobiados. 

Para poder evitar lo anterior, es menester hacer a un lado los propios miedos, los propios problemas sin resolver, penas personales que se vienen arrastrando, y desde luego y muy importante: los apegos... El tema de los "apegos" es vasto y lo trataré en otra oportunidad, pero baste distinguir entre la definición del apego emocional que la psicología ofrece y el apego desde el punto de vista de la filosofía Budista.

Vinculación afectiva intensa 

El apego emocional es descrito como una vinculación afectiva, intensa y duradera que se desarrolla entre individuos. Esto puede ser hasta cierto punto aceptable cuando se trata de una protección biológica, pero no deseable cuando impide una madurez emocional que ata y/o disminuye capacidades. 

Liberación de los apegos

Desde el punto de vista budista, la causa fundamental del sufrimiento radica en los apegos...  a todo. Material y espiritualmente hablando. Otra causa es el desconocimiento de que el mundo se rige por el cambio constante y la "transitoriedad de todos los fenómenos;" el flujo incierto de la vida. Es por ello que algunas corrientes budistas tempranas predican la extinción de los deseos para terminar con los apegos. Pero, mientras se está vivo, eso es absolutamente imposible.

El Budismo de Nichiren, por el contrario, habla de "canalizar los deseos" y encontrar el equilibrio. El Dr. Ikeda nos dice que un apego tiene que ver  con los deseos, ansias e impulsos, algo que nos mantiene ‘atados’ en algún aspecto de nuestro corazón, y añade que el Budismo de Nichiren enseña que la interpretación correcta de ‘hacer que renuncien a sus apegos’ debería ser  ‘hacer que se iluminen con respecto a sus apegos’. No es cuestión de erradicar los apegos, sino de verlos claramente. Es decir, discernir la verdadera naturaleza de los apegos.

La compasión en la acción 

Es primordial, entonces, entender la naturaleza de nuestro propio sufrimiento, y para ello, la práctica budista, ya sea la meditación, la "atención plena" (mindfulness),  la introspección, incluso la filosofía en la que podemos aprender a pensar y dilucidar lo que ocurre en nuestro interior, ayudan a un mejor manejo no sólo de las "emociones", sino del modo de ver y percibir el mundo. 

"Quienes viven sujetos a los apegos generados desde su yo inferior -dice Ikeda- invariablemente quedan controlados por el egoísmo y la negatividad. Es necesario trascender nuestra ignorancia y oscuridad interior, trabajar en un 'yo superior' o identidad verdadera y así poder llegar a sentir un agradecimiento infinito por todos los que nos rodean, por quienes nos han apoyado, y nos han ayudado a ser lo que somos. Todo se reduce, entonces, a si vivimos basados en nuestro yo superior o permanecemos apegados a nuestro pequeño yo”. 

El pequeño ego que nos vuelve egoístas, impide por razones obvias que surja la compasión sincera y ese es el problema del apego irracional. Sólo trascendiendo el "yo inferior" del apego egoísta, se llega a sentir la compasión del "yo superior". En eso consiste conocer la naturaleza de los apegos y sufrimientos que conforman nuestra historia personal.

El Dr. Daisaku Ikeda dice: "Debido a que la naturaleza humana es la causa de graves problemas, también es la fuente de sus soluciones.  La compasión es la antítesis de los aspectos destructivos del ser humano y nace a partir de un sentimiento de solidaridad que anhela la felicidad y el desarrollo mutuo."

Ikeda invita a la práctica del Budismo que incluye la comprensión de algunos textos budistas, entre otras disciplinas que pueden ser realizadas en forma práctica, pero también a entender que la vida del Buda, fue una vida de gran acción y diálogo constante con la gente, lo cual era la manifestación de su infinita compasión.

Amar no es sufrir

Así como amar no debe ser sufrir, el amor compasivo no debe ser un suplicio. No es fácil encontrar el equilibrio y sin embargo, es posible. La clave se encuentra en estas palabras de Daisaku Ikeda: 


Cuando tomamos conciencia de nuestra verdadera identidad –es decir, nuestro yo superior—, podemos obtener una sabiduría infinita y trascender y refutar todas las ilusiones y sufrimientos derivados del apego a nuestro yo pequeño. Aquí yace el camino para construir una felicidad genuina”. 

"Una de las características principales del yo superior es la misericordia o el amor compasivo. Un estado liberado de los apegos es cuando una persona puede utilizar toda su energía en actuar con consideración por el bien ajeno, en lugar de utilizarla en debatirse en el remolino de sus apegos."





Personas de justicia

Publicado por Hasardevi | 17:24 | 0 comentarios »


23 de Noviembre, 2017
Por Hasardevi

Ralph Waldo Emerson decía: "El buen temperamento es muy apreciado, pero queremos justicia con un corazón de acero para combatir a los soberbios". Si sólo se es simpático, aquellos que son arrogantes y despóticos tendrán vía libre para hacer lo que quieran. Sólo aquellos que luchan con el corazón de acero son personas de justicia. 
 Daisaku Ikeda



Es agradable ser considerado simpático por los demás; tener buen talante y ser flexible, atrae simpatías. Por otra parte, no sobra ni cuesta trabajo ser educado y mostrar consideración al otro. Respetar es una obligación y forma parte de una saludable convivencia.

Pero hay límites. No queremos ser tratados de intolerantes pero no podemos simplemente tolerarlo "todo". A este respecto, el filósofo Karl Popper dijo respecto a "la paradoja de la tolerancia": 


La tolerancia ilimitada debe conducir a la desaparición de la tolerancia. Si extendemos la tolerancia ilimitada, incluso para aquellos que son intolerantes, y no estamos preparados para defender una sociedad tolerante contra el impacto de los intolerantes, lo que sigue es que el tolerante será destruido, y la tolerancia con él. (...) Debemos reclamar el derecho a eliminar a los intolerantes, si es necesario, incluso por la fuerza (...) Por tanto, debemos reclamar, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes.
Una paradoja en verdad. Sin embargo no habrá que llegar a la "eliminación"; con combatir a quienes desean imponer una sola visión del mundo, que además resulta injusta para la mayoría, es suficiente. Y ese combate no ha de ser necesariamente violento o ejerciendo la fuerza.

Es atributo del ser humano la capacidad de articular un lenguaje, de disfrutar el arte y la cultura. Tal condición, le otorga al género humano, según creencia de muchos, el derecho a dominar a todas las otras especies. Quizá de aquí parte el error. No se trata de dominio, mucho menos de derecho sobre algo o alguien más. No importa si los otros seres sensibles no tienen el don de la palabra y parecen incapaces de producir arte y cultura. Al que detenta el "don", toca la mayor responsabilidad. El respeto a la dignidad de la vida es irrestricto. 

Hoy en día, se habla incesantemente de la "tolerancia". Tolerar no necesariamente significa respetar; es el caso cuando se trata de "soportar", de permitir o admitir algo que no se aprueba o con lo que realmente no se está de acuerdo. Así, se puede tolerar cierta orientación sexual, conducta o lenguaje, sin agredirle o censurarle, sin que por ello se esté de acuerdo con éstos. La otra acepción es más bien negativa, ya que implica el disimulo ante situaciones que pueden incluso ser ilícitas. En el primer caso, aunque sin convicción, la tolerancia es preferible a que se desconozca abiertamente el derecho de los demás a ser, a manifestarse o expresarse. Por supuesto, nadie está obligado a tolerar la grosería, la mentira, el abuso, etc.

Pero el respeto verdadero hacia el otro, entraña la certeza de que todos los seres humanos están dotados de una dignidad, de que existe una igualdad y un derecho al trato equitativo. Adquirir esa certeza forma parte de un refinamiento del intelecto, se llega a través de un genuino desarrollo espiritual.

Por otra parte, el humanista mexicano Alfonso Reyes decía: 1) Rigor en lo esencial; 2) tolerancia en lo accesorio; 3) abandono de lo inútil. Esto es, sólo lo secundario es tolerable. En lo esencial se debe ser riguroso. Creo que se puede convenir en que la justicia es esencial.

Herbert Vere Evatt , quien colaboró con la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, dijo:  "Por cierto, queremos la paz, pero una paz con justicia social, una paz que otorgue a los pueblos de todas las naciones oportunidades positivas para vivir existencias plenas y felices". 

Con respecto al tema de la tolerancia y el respeto, a la luz de lo dicho por Herbert Vere Evatt, el Dr. Daisaku Ikeda, filósofo Budista, expresó lo siguiente:  "Estas palabras tienen mucho en común con nuestro ideal de construir la paz a través de sostener principios correctos. La verdadera paz es inseparable de la justicia, y por eso debemos luchar resueltamente contra las fuerzas negativas que la obstruyen y hacen sufrir a las personas. El bien debe prevalecer. Lo que ansío, más que ninguna otra cosa, es crear una época así".

Las diferencias en los seres humanos son enriquecedoras, sin embargo, parecen suscitar temor, y el miedo, es mal consejero. Si no es posible la verdadera aceptación, el respeto, vale la tolerancia, sobre todo, en lo "accesorio". Pero de ninguna manera se debe tolerar la injusticia, el abuso, la mentira. Eso es "esencial" y se debe ser riguroso. 

Tolerar, cuando no se puede aceptar, respetar, la diferencia, sí. Pero jamás despreciar.
El filósofo Ikeda dice: "La verdadera amistad se nutre a través de la magnanimidad de aceptar y respetar las diferencias." Esto puede también interpretarse como "La paz se nutre a través del respeto y aceptación de las diferencias. 

Sin embargo, en la medida en que defendemos los principios de la tolerancia y el respeto, es indispensable que nuestro corazón sea capaz de detectar y combatir la soberbia del tirano y combatirla, jamás tolerarla.

Trascender diferencias

Publicado por Hasardevi | 16:28 | 0 comentarios »


Por Hasardevi
Octubre 25, 2016




Foto: Boston, Massachusetts por Hasardevi

¿Cómo partir de la nada? Si el tejido social se ha deteriorado tanto, algunas veces al grado de haberse roto, la pregunta surge sobre una mirada angustiante ante lo incierto del futuro de la humanidad.

Crear valor, aún en la peor situación posible, es el reto.

¿Será posible que podamos sentirnos optimistas ante perspectivas más bien limitadas y el avizorar sombrío del futuro inmediato para el planeta? ¿Tiene caso pensar en luchar por mejorar el mundo cuando el margen de acción parece ser tan  estrecho?

Aparentemente los gobiernos y la economía son quienes rigen el mundo; el poder que el resto de la población (se habla del 1% privilegiado y el 99% restante) ha depositado en los que dirigen los destinos del planeta parece haber rebasado lo ideal.

Sin embargo, en diversos puntos del orbe, se busca regenerar el tejido  social, derribar los muros del prejuicio y rebasar los sentimientos de animadversión. Estas no son tareas aparatosas o que requieren impresionantes montos de dinero. Una buena idea y un grupo pequeño pero bien intencionado hace la diferencia. En realidad estos grupos organizados existen, no los vemos a menos que el reflector de los medios los señalen, o aparezcan en las redes o se les otorgue algún premio o reconocimiento.

Pero los esfuerzos cotidianos y desinteresados de gente comprometida socialmente, están ahí, esperando a ser notados por más personas que decidan unir su trabajo y esfuerzo para el bienestar común.

Por algo se empieza... se dice siempre. Ese algo será lo más cercano, aquello sobre lo que sí tenemos absoluto poder: nosotros mismos. Podemos comenzar por analizar nuestras respuestas ante "el otro". Una parte importante del problema es el prejuicio. Pero antes que el prejuicio están "los supuestos" y éstos, a menudo son falsos. Bien mirado, es a partir de estas suposiciones, siempre incompletas, como surge el concepto de "enemigo".

Las diferencias provocan desconfianza, incluso asustan. En lugar del regocijo ante lo nuevo y diferente, invade un sentimiento de recelo. Las definiciones tajantes sobre algo como "bueno o malo". gestan el conflicto, la clasificación del otro. Y el conflicto crece cuando no se hace nada por sobreponerse al temor.  Se debe escoger la acción por encima de la indiferencia. Lo primero es reconocer en el otro su humanidad que en nada difiere de la nuestra. Sin importar cuantas divisiones existan, si nos disponemos a construir puentes, y a no quedarnos con la primera impresión basada en suposiciones, es muy posible que el "enemigo" se convierta en un verdadero amigo cuando se descubren coincidencias inesperadas a través del diálogo. Ganar esta primera batalla librada en el interior de las personas, lleva a subsecuentes victorias, no sobre los otros, sino "con" los otros.


Introducción, resumen y traducción por Hasardevi
Septiembre 23, 2016

"Quiéralo o no, las circunstancias afectan al individuo, pero el filósofo que existe dentro de sí le permite adoptar una perspectiva más conveniente y sana". Lou Marinoff


El valor de la filosofía no yace en soluciones decorativas, sino en definir las dificultades y sugerir los métodos para lidiar con éstas.

John Dewey (1859 - 1952)

¿Cómo restaurar nuestra humanidad? ¿Cómo lidiar con las realidades de estos tiempos? Se conocen los beneficios de las terapias psicológicas para ayudar a que las personas resuelvan problemas interiores y se enfrenten al día a día. Pero ¿qué papel juega la filosofía en la cotidianidad? Estamos familiarizados con el concepto de orientación psicológica, pero la “orientación filosófica” es un concepto relativamente novedoso, no obstante que en la antigüedad la filosofía ya jugaba un papel fundamental.


Se conoce también como “práctica filosófica”, y data de finales del siglo XX; los profesionales de la orientación filosófica deben tener un doctorado o como mínimo una maestría en la materia y asesoran en consultas filosóficas a quienes buscan una comprensión filosófica de sus vidas, problemas sociales, y también, problemas mentales.

 Es verdad que la filosofía se ha considerado por sus practicantes desde tiempos antiguos como una forma de “terapia del alma” como lo llamaba Epicuro, y para él los argumentos de un filósofo eran vacuos si no aliviaban algún sufrimiento humano. Para los estoicos la filosofía era “aprender el arte de vivir bien” y Sócrates más que enseñar conceptos utilizaba la filosofía para alentar a sus compañeros de diálogo a examinar su forma de pensar y actitud respecto a innumerables temas.

La filosofía es vista por Descartes como una “práctica de sabiduría” y Nietzsche por su parte, esperaba al “médico filósofo” que tuviera el coraje de proponer que lo que estaba en juego en todo filosofar no era la “verdad” sino algo más, digamos, la salud, el futuro, el crecimiento, el poder, la vida”.

El filósofo y matemático Ludwig Wittgenstein pensaba: "¿de qué sirve la filosofía? si lo único que hace es que alguien pueda hablar correctamente acerca de algunas cuestiones de difícil comprensión, pero no mejora la forma de pensar acerca de las cuestiones importantes de la vida cotidiana".

Finalmente, el gran filósofo de la educación John Dewey, escribió que la filosofía mostraría su verdadero valor “sólo cuando deje de ser un dispositivo para hacer frente a los problemas de los filósofos y se convierta en un método -cultivado por los filósofos- para lidiar con los problemas de la gente.” “Al parecer, los consejeros filosóficos han aceptado el desafío de sacar la filosofía de las salas de conferencias y llevarla al mundo real” (Peter B. Raabe).

En el programa a mi cargo, Del Caos al Cosmos, digo con frecuencia que "hay que hacerse las preguntas correctas", al menos hay que hacerse preguntas, el constante cuestionamiento de la realidad, del statu quo, de nuestras creencias de por vida, ayuda a llegar a importantes descubrimientos sobre nosotros mismos, sobre nuestro entorno. Los filósofos practicantes, dice Marinoff, buscan que la gente se de cuenta de su inmenso potencial. Menciona también que esta asesoría no diagnostica, sino que ayuda a que la gente se "haga preguntas"; a través del diálogo, ellos no diagnostican, empero lo que saben hacer es "la forma correcta de preguntar". Una gran ayuda creo yo. Y aquí la pregunta que da lugar a esta entrevista que espero platee las preguntas necesarias para desear entender mejor nuestra vida, nuestro mundo:


¿Tiene la filosofía un poder restaurador?



Para Lou Marinoff, profesor de filosofía en El City College de Nueva York y presidente fundador de la Asociación Americana de Practicantes de la Filosofía, sí, lo tiene. Marinoff es autor de varios libros, entre otros el bestseller Más Platón y Menos Prozac, y El Camino del Medio; y es también coautor de “El Filósofo Interior: Conversaciones sobre el Poder Transformador de la Filosofía”, diálogo con el Presidente de SGI, Daisaku Ikeda.
El siguiente es un extracto editado de una entrevista entre el Prof. Marinoff y Masao Yokota, Consejero Decano del Centro Ikeda para el Aprendizaje y Diálogo por la Paz, en Cambridge, Massachusetts, USA.

 ¿Qué es la orientación filosófica y cómo se diferencia de la orientación psicológica?

El crecimiento de la psicología en el siglo 20 fue en parte el crecimiento de la orientación psicológica, que nunca antes había existido. El primer laboratorio de psicología se abrió en Alemania en la década de 1870. Pero sólo después de la Segunda Guerra Mundial es que 
los psicólogos empiezan a aconsejar a las personas. Los Filósofos, sin embargo, han estado dialogando desde la antigüedad. Así que no es nuevo para nosotros.

La principal diferencia para nosotros es que la mayoría de los psicólogos tienden a concentrarse principalmente en las emociones. Si la gente está molesta, enojada, 
deprimida; quiere hablar de sus emociones y sumergirse en ellas. Los filósofos están más interesados en la razón. A corto plazo, las emociones son muy poderosas. Pero en el largo plazo, la razón es el agente más potente. Esa es una forma de entender la diferencia.

En el asesoramiento filosófico contemporáneo, se ha hecho uso de los métodos antiguos de todo el mundo. Tenemos profesionales en tantos países ahora mismos que están regresando a la sabiduría de las bases tradicionales, ya sea en Grecia con los estoicos o los epicúreos o los platónicos o los socráticos-todos ellos tienen buenos métodos para tratar con los problemas. También en Asia, hay maravillosas tradiciones como la tradición budista, taoísta, la tradición confuciana para trabajar con problemas filosóficamente. Todas estas corrientes son relevantes en la actualidad. La filosofía es muy poderosa y siempre de actualidad. Pero la gente ha perdido el contacto con ella.

A esto se agregan los medicamentos que muchas veces se recetan, lo cual se convirtió en un gran negocio en la última parte del siglo XX y en este siglo. Los psicólogos son parte de este sistema de la medicina en el que se diagnostica a las personas y el diagnóstico no siempre tiene qué ver con problemas médicos pero se droga a la gente. Es importante medicar adecuadamente. Pero creo que el poder de la mente, que es lo más importante, se ha descuidado. Los filósofos practicantes están haciendo a las personas más conscientes del poder de la mente y los recursos que provienen de ésta.

¿Cuáles son los problemas típicos entre las personas que les consultan?

Sobre muchas cosas. Las personas que pasan por un cambio de carrera es un gran problema ahora en los EE.UU., porque muchas personas que ya están en su quinta década de vida están siendo despedidos. Ellos lo llaman "reducción de personal." Por lo tanto la gente tiene que reinventarse a sí misma. En el pasado, si usted tenía un título de ingeniería y había sido contratado por una empresa, tenía un trabajo para toda la vida. Ahora las cosas están en constante cambio. Así que la gente tiene que ser más autosuficiente y más “emprendedora”.
El otro tipo de problema que vemos mucho está basado en las relaciones personales. Estos son los problemas que nunca desaparecen.

¿Cómo debería lidiar la gente con el problema de cambio de carrera?
En la Universidad nos hacemos estas preguntas:  "¿Cómo podemos educar a la gente para el futuro?" Pero nadie sabe, debido a que los cambios en la tecnología se suceden demasiado rápido. En los viejos tiempos, se podía decir, "esta educación será buena para una generación." Ahora no sabemos. Las humanidades son más estables, pero no hay tantas oportunidades. Este es otro problema. La tecnología está impulsando a los gobiernos. La mayoría de los políticos piensan que todo problema se solucionará con la tecnología. Las humanidades también están bajo asedio en las universidades y esto no es bueno. Las personas están perdiendo contacto con sus propias raíces humanas.

En los EE.UU. por ejemplo, han eliminado la escritura cursiva. La gente solía sentarse a escribir cartas, ahora sólo están los mensajes de texto. Si no se utiliza el lenguaje de una manera profunda, tampoco se piensa de una manera profunda. Esto es parte del peligro. La gente está pensando de una manera muy superficial.
Si observamos esto como fenómeno social, encontramos que los jóvenes hoy en día son muy propensos a confundir la apariencia con la realidad. Creen que la forma en que las cosas aparentan ser, así son. Esto es un gran error. Platón, en La República, Libro VII, presenta la alegoría de la caverna. Es la alegoría más famosa de la filosofía occidental, y el punto es distinguir entre apariencia y realidad. Tenemos que desarrollar nuestra mente para comprender la realidad, pero eso requiere de mucho trabajo. Es muy peligroso permitirnos ser engañados por la apariencia. Y hoy vemos a los jóvenes creer que la apariencia lo es todo. Esto es preocupante.
¿Cuál sería un primer paso práctico para restaurar el tejido social?
Todo el mundo puede hacer algo. La gente siempre tiene el poder para hacer algo. En realidad, las personas tienen más poder de lo que piensan, pero no saben cómo ejercerlo. También hay que trabajar para organizar a la gente. Cada cual por su cuenta  puede hacer muchas cosas, pero en última instancia, el cambio social será provocado por la acción colectiva. Y eso requiere organización de base. Así que: dos cosas, la gente tiene que aprender a cuidar de sí misma y vivir una vida saludable, ayudarse a sí misma y a las personas que le rodean. El segundo paso tiene que ser un gran compromiso con la sociedad para trabajar juntos y lograr un cambio positivo. Por lo tanto, lo primero es contar con quienes van a organizar esto.

Poseemos un increíble poder para cambiar nuestro mundo. Así que la gente necesita entender su propia energía, el poder que tiene para crear su propio mundo, crear su propia realidad. Esa es una vieja enseñanza budista, desde los antiguos: Como usted piensa así, así llegará a ser, este concepto proviene de la Dhammapada, un texto Theravada. Esta idea consiste en que nosotros somos capaces de co-crear la realidad de acuerdo con nuestro pensamiento. Somos el único animal que puede hacer esto. Lo que los consejeros filosóficos desean es que la gente sea más poderosa. Esa es una diferencia entre nosotros y los psicólogos. Nosotros estamos dialogando; no diagnosticando. De todos modos no estamos calificados para diagnosticar. Pero estamos calificados para hablar con la gente y hacer una investigación general. ¿Qué saben de esto los filósofos? En realidad nada, sólo la forma de preguntar.
Parece que cuando ganamos una nueva tecnología, también perdemos algo como cultura. Por ejemplo, hemos ganado con la alfabetización, pero hemos perdido la capacidad de almacenar grandes cantidades de información en la memoria. La pregunta es, entonces, ¿qué estamos perdiendo a medida que avanzamos hacia una civilización más estable, más próspera?

Perspectiva, creo que estamos perdiendo la perspectiva de las cosas. La tecnología digital es muy rápida. Tal vez eso es bueno. Pero la gente también pierde la paciencia porque se ha condicionado a esperar que todo sea inmediato e instantáneo.
Así, esperan que el rendimiento y los logros sean inmediatos. Ese es el mantra-Americano: rápido y fácil. "Rápido" significa inmediato y "fácil" significa sin ningún esfuerzo. Pero no se puede vivir la vida de esta manera. El punto es que el florecimiento de la humanidad ha sido y es un proceso. Las cosas que valen la pena tomar tiempo a veces. Las cosas que más valen la pena, toman aún más tiempo.

Vivimos en un momento muy difícil. El verdadero desafío es no perder nuestra humanidad en medio de  toda esta tecnología. Tenemos que trabajar siempre sobre la cuestión del valor. ¿Qué significa ser humano y cómo vivimos una vida significativa? Siempre, siempre hay que hacernos esta pregunta.
¿Cuál es una forma saludable de responder a la crisis?
Una crisis puede ser muy grave. Pero hay otra parte de una crisis que siempre va a ser una oportunidad para el cambio positivo. La gente no puede perder de vista el peligro,  pero también enfocarse en la oportunidad.

En griego tienen una mejor palabra para la crisis: catarsis, es decir, una purificación y restauración. De modo que una crisis es también una transformación. No es sólo algo malo. Comienza como un fuerte choque, pero si se mantiene la visión de que se trata de una transformación en potencia, entonces se puede dar forma a la dirección que van a seguir las cosas a partir de ahí. No se puede cambiar la crisis, pero se puede cambiar la ruta a partir de la crisis.
 Hay que ver las cosas en una forma en que podamos decir: “Está bien, esto no sirve, pero algo más debe servir." Tiene que haber algo positivo. Hay que encontrar lo bueno, enfocarse en lo bueno y luego hacer buenas causas. Creo que siempre tenemos esa posibilidad. Eso no tiene nada que ver con la realidad material. Es sólo un estado de ánimo. Un estado mental.
En cualquier situación, en principio, se tiene la capacidad de encontrar algo bueno en ella, para ir hacia adelante de una manera positiva. Eso hace una diferencia para usted, y hace una diferencia para las personas que le rodean porque se establece un ejemplo.





Aimer et s’occuper de ses amis est l’incarnation directe de l’esprit du bouddha.

Vers l’entente et la compréhension mutuelle
Le dialogue est une symphonie de cœur à cœur. Il peut créer une dynamique de progression, une harmonie fondée sur la confiance mutuelle et une mélodie caractérisée par une grande créativité

L’amitié est au cœur du bouddhisme

Le royaume du bouddhisme est entièrement libre de toute forme de discrimination ou de bigoterie. C’est un monde brillant et encourageant fondé sur l’amitié et l’égalité. Shakyamuni a rejeté le système des castes de son époque, s’adressant chaleureusement à tous sans distinction comme ses « bons amis » quand il enseigna la Loi. « Je suis l’ami et l’allié de toute l’humanité » – c’était la déclaration dominante de Shakyamuni. En fait, le mot pali1 pour compassion ou bienveillance affectueuse est metta, signifiant à l’origine amitié. Aimer et s’occuper de ses amis est l’incarnation directe de l’esprit du bouddha.
(Daisaku IkedaL’amitié est le plus beau chant de la vie, D&E-février 2007, 105.)


Vivre des amitiés enrichissantes 

« Par conséquent, la meilleure façon d’atteindre la bouddhéité consiste à rencontrer un ami de bien. Jusqu’où peut nous conduire notre propre sagesse ? Si nous avons juste assez de sagesse pour distinguer le chaud du froid, nous devrions rechercher un ami de bien. » 


Chaque être humain, indépendamment de son ori- gine ethnique, sa culture ou son sexe, a un poten- tiel d’une richesse illimitée. On pourrait dire que la fonction de la société est précisément d’amener ces potentialités à s’épanouir. La création d’une société de ce genre est en elle-même « la paix dans le pays »