En los días que vienen, será el momento de levantar los ojos al cielo. Cuando la noche oscura se haya instalado, y el sol haya pasado “al otro lado” para la corta noche estival, es hacia la constelación de Perseo que habrá de dirigir su mirada.
Como cada año, el curso de la Tierra cruza el del cometa Swift-Tuttle y su polvo estelar. Algo de esa estela entrará en la atmósfera a una velocidad vertiginosa, arderá y se consumirá; desde la Tierra veremos estas estrellas brillantes iluminar el cielo. Este período en que el planeta y el cometa se “cruzan” se llama las perseidas porque las estrellas cayendo parecen venir de la Constelación de Perseo.
Las perseidas duran aproximadamente un mes, pero la lluvia de estrellas brillantes (o lluvia de meteoros) alcanzará su máximo en la noche del 12 al 13 de agosto. Un centenar de estrellas brillantes deberán aparecer cada hora de esa noche. Pero ¡a veces también hay buenas sorpresas! Hay años en que hasta 400 estrellas cada hora iluminan el cielo terrestre según explica la Organización Internacional de Meteoros.
Pero no hay necesidad de esperar la noche del jueves a viernes. Desde ahora, las condiciones de observación son adecuadas para un buen espectáculo. Gracias a la Luna nueva del 10 de agosto, la noche estará bien oscura y es en este momento que se pueden ver mejor las estrellas. La Luna se alejará tranquilamente de las ciudades para limitar la contaminación luminosa...
Y, como cada año desde 1990, tendrán lugar las “Noches de estrellas”, la oportunidad de impulsar cientos de asociaciones y clubes de astronomía para observar las estrellas que caen y, a las otras también. Esta vigésima edición de la noche de estrellas, se dedicará, entre otras cosas, al 20° aniversario del telescopio Hubble que nos ha permitido conocer mejor nuestro universo.
Diversas manifestaciones animadas por profesionales o aficionados, se organizan por toda Francia, y por todo el mundo. Por cierto, en México se tiene también un programa organizado para este fin.
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