Ante la crisis económica global, Ikeda cuestiona el culto al dinero e insta a priorizar las necesidades concretas de las personas reales y el fortalecimiento de las redes de seguridad social. Para superar el trance del capitalismo, Ikeda aboga por una transición paradigmática hacia la "competencia humanitaria", concepto originalmente articulado en 1903 por Tsunesaburo Makiguchi, fundador de la Soka Gakkai, que consiste en la competencia de naciones e individuos en beneficio de la sociedad mundial.
Con el objetivo de hacer de la crisis una oportunidad para el cambio, Ikeda urge a la ejecución de acciones conjuntas para solucionar problemas ambientales planetarios, a la responsabilización conjunta de la cooperación internacional por los bienes públicos globales, y al impulso de esfuerzos mancomunados por la paz mediante el diálogo.
Para impeler los progresos en la abolición nuclear, Ikeda propone la pronta celebración de una cumbre entre los Estados Unidos y Rusia, y de una serie de cumbres de los cinco estados, en la que participen todos los países poseedores adherentes al Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), con miras a la elaboración de un documento derrotero para el cumplimiento de los deberes definidos en el artículo VI del TNP suscrito en 1968. Ikeda manifiesta su apoyo por una Convención de Armas Nucleares que prohíba el uso, la fabricación, la posesión, el despliegue y la transferencia de tales armamentos. Para alentar el apoyo público a tales iniciativas, la SGI ha establecido la "Década de los Pueblos por la Abolición Nuclear" que promueve la educación ciudadana mediante diversos instrumentos en conjunto con entidades tales como la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN).
Asimismo, Ikeda formula propuestas concretas tales como la creación de una agencia de la ONU responsable de la energía sostenible; el establecimiento de un Banco Mundial de Alimentos que suministre auxilio de emergencia o ayude a estabilizar los mercados en situaciones de crisis alimentaria; la introducción de un impuesto internacional solidario para financiar esfuerzos por los Objetivos de Desarrollo del Milenio; y el fortalecimiento de la capacidad institucional de la ONU en la cooperación con los actores de la sociedad civil y en su oficio como instancia de reflexión estratégica "capaz de ofrecer una visión y formular acciones tácticas en aras del mundo con miras a los próximos cincuenta a cien años".
Esta es la 27ª propuesta anual escrita por Daisaku Ikeda en conmemoración del 26 de enero, aniversario fundacional de la SGI, integrada por doce millones de miembros en 192 países y territorios, dedicada tradicionalmente a la promoción de la paz en base a la filosofía del humanismo expuesta en el budismo.
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