"El sufrimiento es el combustible de la sabiduría, y abre el camino hacia la felicidad. La enfermedad, por ejemplo, puede ayudarnos a llegar a un entendimiento del significado de la vida, desarrollar una más profunda apreciación del valor y dignidad de la vida y, finalmente, gozar de una más satisfactoria existencia."
"La salud no es simplemente la ausencia de enfermedad. La verdadera salud es la voluntad de sobreponerse a cualquier adversidad y utilizar aun la peor de las circunstancias como trampolín para nuevo crecimiento y desarrollo. Puesto de manera muy sencilla: la esencia de la salud es la constante renovación de la vida."
"¿Es la salud un estado en que el cuerpo es simplemente libre de la enfermedad? La buena salud es hacer acopio de una firme actitud para combatir enérgicamente cualquier amenaza maliciosa a nuestro bienestar. Es, en esta inquebrantable resolución de luchar, desafiar, crea y avanzar incesantemente en la que encontramos el fundamento de una vida humana verdaderamente saludable."
Daisaku Ikeda
Nunca como entonces me sentí tan viva; pude disfrutar hasta del más nimio detalle de las cosas... y sufrirlo. Fue un verdadero estado de "gracia" dirían algunos. Yo lo describo como el parte aguas de mi vida, el antes y después, una repentina maduración y una gratitud infinita hacia todo lo que pude experimentar.
No obstante, leer estas reflexiones sobre la salud del maestro budista Daisaku Ikeda, me hace observar mi vida hoy. "Myo" de la ley mística de Nam Myoho Rengue Kyo significa entre otras cosas: de aquí en adelante. Lo que importa es ahora, el momento actual ¿qué estoy haciendo? ¿cuáles son los principio por los que lucho? ¿mis metas? ¿qué ética de vida enarbolo HOY y cuáles las medidas para ser congruente con ello?
Reflexionar sobre la propia vida, la salud, mental, espiritual, física, a eso nos lleva la enfermedad. A entender mejor nuestro entorno, nuestras relaciones y lo que significa cada paso en nuestra vida. Cuando leo: "hacer frente a cualquier amenaza a nuestro bienestar", no puedo menos que revisar mi propia actitud en este sentido y pensar si la "amenaza" puede provenir de una actitud o relación con el entorno que esté amenazando mi estabilidad emocional, mi relación con el propio medio ambiente, mi salud espiritual. Porque la enfermedad más grave, es la del alma, es el sentimiento turbio que puede lacerar las fibras más finas de nuestro corazón y poner en riesgo toda una vida de esfuerzo en el camino espiritual, de aprendizaje, de lucha con el ego inferior.
Reconocer este punto y meditar sobre ello es de vital importancia. Si se quiere mantener la salud física, es preciso mantener una armonía en el ser interior y su relación con el todo que lo rodea, pero también, la salud física es un aviso violento, a veces, de que la salud interior está deteriorada; es una llamada de atención, un aviso, y en este sentido, se debe agradecer para poder tener luz al respecto y atender los asuntos del espíritu, de la psique, que son la médula de nuestro paso por este mundo.
De libros como La enfermedad como símbolo, La enfermedad como camino, y otras lecturas sobre el particular provenientes del Budismo, de los estudios científicos y otros; de largas charlas con amigos que me proporcionan su perspectiva que ayuda a ver mejor la mía, he conocido con cierta profundidad el punto en cuestión y entendido la indivisibilidad entre la forma de vida, del pensamiento, y la salud física, la proyección de nuestras emociones y miedos en el plano físico así como también a manejarles mejor.
Pero la fuente de sabiduría mayor, además de la práctica espiritual, ha sido el trato con el dolor más fuerte, el propio y el de seres queridos que han sufrido enfermedad o pérdidas, así como las mías propias; el dolor como fuente de transformación interior. La gratitud también. Es la fuente de la mejor salud, la gratitud con la vida, con el entorno, con lo "bueno y malo" que ocurre porque todo es un maestro para la evolución.
Continuaré con estas reflexiones compartiendo lo que práctica y lecturas me ha aportado respecto al tema. ☺
El esfuerzo básico que se requiere para llegar a estos estados tiene que ver con soltar las emociones negativas y cada vez más conscientes de nosotros mismos en el momento presente. Podemos practicar estas cosas cada día, pero a menudo encuentran que es muy difícil de lograr por un periodo prolongado de tiempo. Dejar ir de nuestro dolor, la ira, el miedo y la culpa son parte de lo que el esfuerzo espiritual tiene que ver, pero en realidad hacer estas cosas resulta ser mucho más difícil de lo que imaginamos. Viendo a nosotros mismos, observar nuestros pensamientos y llegar a entender mejor a nosotros mismos también son elementos importantes del esfuerzo espiritual. Yo estimulo a que se use un recurso de reprogramación consciente que ayuda y enseña a meditar, lo tengo porque me lo mandó mi padre desde Europa y realmente funciona, existe un video que pueden encontrarlo en http://www.remediemos.com/salud12.htm ahí expresan dicha técnica que merece ser recomendada por su alta eficacia, espero dejar un buen aporte.